viernes, 14 de marzo de 2014

María Concepción Sáenz de Tejada, una mujer tan singular como discreta

En esta breve semblanza de la condesa viuda de Ripalda destaca su gran sencillez y discreción, cualidades que le hicieron granjearse el respeto y afecto de cuantos la trataron, como la reina Sofía y su exnuera, la infanta Elena, entre otras protagonistas de la actualidad social española.

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Tras la muerte de la Condesa de Ripalda en la noche del pasado jueves, la revista SEMANA ha publicado en su web una breve reseña biográfica de la finada. María Concepción Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla, de 85 años de edad, estuvo casada con Amalio de Marichalar y Bruguera, conde de Ripalda, con quien tuvo seis hijos (Amalio, Ana, Álvaro, Jaime, Luis e Ignacio). Enviudó en 1978, momento en el que tuvo que hacerse cargo de las numerosas obligaciones familiares, tarea para que contó con la ayuda de sus hijos mayores.

Su familia empezó a ser seguida por los medios a raíz del compromiso de su hijo Jaime con la primogénita de los Reyes, la infanta Elena. De la buena relación que mantenía la Condesa de Ripalda con sus consuegros da buena cuenta el que la Reina acudiera el martes a visitarla al hospital. 

Según apuntan fuentes familiares, la Condesa de Ripalda será enterrada en la iglesia soriana de Santo Domingo, el mismo lugar en el que descansan los restos de su marido. 

La Condesa de Ripalda con su hijo Jaime en la
 boda de éste con la infanta Elena (Foto SEMANA)

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