El castillo de Espejo, residencia de la Duquesa de Osuna (Foto Pablo Milstein) |
De la filmoteca de RTVE traigo este magnífico
vídeo de la boda el 27 de octubre de 1946 de Ángela María Téllez-Girón y Duque
de Estrada, duquesa de Osuna, Gandía y
Uceda, entre otros títulos, con Pedro de Solís-Beaumont y Lasso de la Vega,
nieto por parte de padre de los Marqueses de Valencina y por parte de madre de
los Marqueses de las Torres de la Pressa. El enlace, celebrado en la localidad
cordobesa de Espejo, fue uno de los acontecimientos sociales del momento por
ser la novia heredera de algunos de los títulos con más solera del Reino y
estar emparentada con lo más granado de la nobleza española.
El vídeo podéis verlo pinchando aquí.
Según
relatan las crónicas del momento, a las 12:45 el cortejo nupcial, encabezado
por la banda de música espejeña que entonaba la Marcha Triunfal de Verdi, salía del castillo familiar en dirección
a la parroquia de San Bartolomé. Portaban las arras Rosario y José Duque de
Estrada y Martorell, hijos de los Marqueses de Villapanés. Seguía sus pasos la
novia cogida del brazo del padrino y tío del contrayente, Andrés Lasso de la
Vega y Quintanilla, Marqués de las Torres de la Pressa, mientras que un criado de la casa vestido con galas dieciochescas sujetaba la cola del vestido. Detrás las ocho damas
de honor (hijas de los Duques de Estremera, los Marqueses de Menas Albas, los
Marqueses de Montemuzo, los Condes de los Andes y los Marqueses de Villapanés)
acompañando a la joven duquesa y, por último, el novio con la madrina y madre
de la desposada, Petra Duque de Estrada y Moreno de la Serna, duquesa Viuda de
Osuna.
La Duquesa de Osuna y Gandía con sus damas de honor y los dos pajes que portaban las arras (Foto Pablo Milstein) |
Reseñar el traje y las condecoraciones que
ese día portaba Pedro de Solís-Beaumont: uniforme de la Real Maestranza de
Caballería de Sevilla y al pecho, entre otras, dos cruces de Guerra con
distintivo rojo (reservada para aquellos que han destacado por sus servicios y dotes
de mando en acciones armadas), placa del Mérito en campaña y medalla de la
Legión (en la que combatió durante la Guerra Civil, siendo herido en el
transcurso la misma, y a cuyas filas pertenecía en el momento de su boda).
La ceremonia fue oficiada por el obispo de
Córdoba, Albino González y Menéndez Raigada, y la misa de velación conducida
por el padre Antonio Rodríguez Mira. Terminada la celebración litúrgica, los
recién casados abandonaron la iglesia bajo los acordes de la Marcha Nupcial de Wagner dirigiéndose de
nuevo al castillo, donde se ofreció un ágape para los más de mil invitados que
habían sido convidados al enlace.
Los novios a su salida de la iglesia (Foto Pablo Milstein) |
Entre los asistentes se encontraban la Duquesa
de Montpensier (viuda de Fernando de Orleans, pretendiente al trono francés y
bisnieto de los reyes Luis Felipe I de Francia y Fernando VII de España), los
Duques de Medinaceli, los Duques de Alcalá de los Gazules, los Duques de Béjar, los Marqueses de
Villapanés, los Marqueses de las Torres de la Pressa, los Marqueses de la
Motilla, la Marquesa Viuda de Menas Albas y su hijo Gabriel, los Condes de
Peñaflor y un sinfín más de representantes de la aristocracia española,
emparentada toda ella con los recién casados por vínculos familiares y de
amistad.
Los padrinos, la Duquesa Viuda de Osuna y el Marqués de las Torres de la Pressa (Foto Pablo Milstein) |
No faltaron las atenciones de la Duquesa
Viuda de Osuna, siempre tan entregada al servicio hacia los demás, para con los
más necesitados. Deseosa de compartir con los más humildes la dicha por el
casamiento de su única hija, la Duquesa hizo que fueran repartidas en Sevilla 5.000 comidas entre los pobres el mismo día y a la misma hora que se celebraba la boda y,
posteriormente, otras 5.000 comidas en Espejo para todos los desamparados.
Finalizados los actos festivos, la pareja se
dirigió a Sevilla, poniendo rumbo posteriormente hacia Cádiz, donde una vez
allí partieron a las Canarias, donde pasarían su luna de miel. Los hijos, en
este caso dos niñas, no llegarían hasta 1950, año en el que nace la primogénita y
heredera de los títulos familiares, Ángela María (actual Duquesa de Arcos de la Frontera y Marquesa de Peñafiel), y 1957, cuando vino al mundo
María de la Gracia (a día de hoy Duquesa de Plasencia).
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