Cuando el pasado 14 de mayo la casa de
subastas Sotheby’s procedió a celebrar su remate de joyas en Ginebra, la mayor
parte de la atención mediática estuvo centrada en los lotes que la estrella del
cine Gina Lollobrigida decidió poner a la venta con el fin de ayudar en
proyectos de investigación médica.
Pasaron, no obstante, desapercibidas otras
piezas no menos importantes de diversa procedencia. Entre ellas se encontraban
tres alhajas que habían sido propiedad anteriormente de diferentes nobles
españoles, como se indicaba en el catálogo de la subasta:
-Un neceser (vanity case) en oro firmado por Cartier París (1935) con unas
medidas de 14’7cm x 5’7cm x 1’2cm. Incluye un espejo, espacio para cigarrillos,
el pintalabios y la polvera. Únicamente se especifica que era “propiedad de una
familia noble española”.
(Foto Sotheby's) |
-Un broche en forma de mariposa datado en
torno a 1900 cuajado de esmeraldas, ópalos, rubíes y diamantes. Fue un regalo
del XVIII duque de Plasencia, José María Martorell Téllez-Girón, a su por
entonces compañera, María de la Concepción Heredia y Barrios. Según cuenta la
historia, ambos se conocieron en 1931 en el Hotel Universal de Madrid, teniendo
que separarse con motivo de la convulsa situación que vivía España por aquellos
años. En uno de sus encuentros en Biarritz el Duque entregó a su prometida la
joya. No sería hasta veinte años después de conocerse cuando la pareja pudo
casarse en Santiago de Compostela. Nótese el simbolismo de la mariposa, cuyas
alas representan la libertad y el sentimiento de independencia.
(Foto Sotheby's) |
-Un collar de rubíes y diamantes de los años
30 desmontable en dos pulseras. Al igual que el neceser, no se desvela la
identidad del propietario más allá de que es “una familia ducal española”.
(Foto Sotheby's) |
Todos los lotes consiguieron ser vendidos, por lo que sólo queda por ver quién será la afortunada que podrá lucir las joyas próximamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario