jueves, 20 de noviembre de 2014

Auge y caída de los Benjumea

El escritor Antonio Burgos dijo de él que era el ‘venerable entre los venerables’. Pero, en realidad, era simplemente el jefe. Ser venerable, como lo define el diccionario de la Real Academia, es el primer paso camino de la santidad, y aunque Javier Benjumea Puigcerver (1915-2001) era casi de misa diaria, nunca congregó fieles a su alrededor. Seguramente, porque no los necesitaba.

Continúa leyendo en este enlace:


Los orígenes empresariales del gran emprendedor, como se suele decir hoy en día, que fue Javier Benjumea Puigcerver son glosados en este artículo firmado por Carlos Sánchez. Patrono de Abengoa y promotor de la Fundación Fondo de Cultura de Sevilla, Javier Benjumea era sobrino de Rafael Benjumea Burín, conde de Guadalhorce, y Joaquín Benjumea Burín, conde de Benjumea

Le fue concedido el Marquesado de la Puebla de Cazalla en 1994 por "la extraordinaria dedicación al mundo de la economía y al fomento de las actividades culturales y sociales, que han llegado a multitud de beneficiarios". También recibió otros reconocimientos como la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, la Medalla al Mérito en Bellas Artes y la Gran Cruz del Mérito Civil.


El Marqués de la Puebla de Cazalla (Foto Abengoa)

No hay comentarios:

Publicar un comentario