viernes, 27 de septiembre de 2013

Una aristócrata ejemplar

Es una redundancia, porque la palabra aristócrata significa lo mejor, y por tanto algo ejemplar. Pero es el caso que en España en los últimos tiempos, ante la grave crisis de la Nación, la aristocracia, incluso en las más altas instancias del Estado, no ha sido precisamente un ejemplo para admirar o emular. Por ello es destacable el comportamiento y la actitud de una brava mujer, doña María del Pilar Paloma de Casanova y Barón, de Ferrer y Osorio, duquesa de Maqueda, marquesa de Astorga y de Ayamonte, condesa de Cabra, etc., varias veces Grande de España.

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En su última columna publicada en el diario en red Libertad DigitalManuel Pastor se centra en Pilar Paloma de Casanova y Barón, marquesa de Astorga y duquesa de Maqueda, además de marquesa de Ayamonte y de la Villa de San Román y baronesa de Liñola. Tomando como referencia el vídeo que la Fundación DENAES para la Defensa de la Nación Española ha difundido recientemente desmintiendo la leyenda creada por el independentismo catalán en torno a la figura de Rafael Casanova y en el cual se le da voz a la propia Marquesa de Astorga (descendiente de Francesc Casanova, hermano del que fuera último conseller en cap de Barcelona), el articulista ha elogiado la valentía y la franqueza de esta aristócrata a la hora de criticar la manipulación histórica de la que ha sido víctima su pariente.


Interesante resulta también el repaso que el autor hace de la vinculación del linaje de Pilar Paloma de Casanova con los reyes de España, ya desde los tiempos de Enrique IV de Castilla; relación que quedó constatada con el matrimonio en 1847 de José María Osorio de Moscoso y Carvajal, marqués de Astorga y duque de Maqueda, con la infanta Luisa Teresa de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, nieta de los reyes Carlos IV de España y Francisco I de las Dos Sicilias.

Finaliza Manuel Pastor demandando una mayor presencia en el ámbito cultural de mujeres que preserven y difundan abiertamente los valores históricos tradicionalmente vinculados a España, de la misma forma que en política han surgido numerosas y muy potentes personalidades femeninas que la han renovado de manera plena.

sábado, 21 de septiembre de 2013

La finca del Marqués de Valdecilla abre al público

La casa donde se alojaban los invitados en la finca del Marqués de Valdecilla -San Rafael-, y el edificio donde residió la sobrina, María Luisa -La Casuca-, ya están abiertos al público. La finalización de un ambicioso inventario y restauración integral de los muebles y enseres de dos de los edificios que componen el solar del marqués de Valdecilla, en Medio Cudeyo, permiten ya al visitante realizar un recorrido por el modo de vida de una de las familias indianas más ilustres de la región. Un proyecto que ya ha conseguido poner en valor una de las joyas arquitectónicas más relevantes del municipio y convertirlas en el principal reclamo turístico.

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Tras una minuciosa restauración, abren al público dos de las seis edificaciones que se reparten a lo largo y ancho de la finca que fue de Ramón Pelayo de la Torriente, marqués de Valdecilla. En concreto, la casa en la que vivía la sobrina del marqués (La Casuca) y la destinada a las visitas (San Rafel). Se les une la que fuera residencia del propio Ramón Pelayo (La Casa Blanca), restaurada en 2011.

El Marqués de Valdecilla nació en 1850 en el seno de una familia cántabra de origen humilde y, como tantos otros, se fue a hacer las Américas, amasando una gran fortuna con la que, a su vuelta a España tras la pérdida de Cuba, realizó numerosas obras asistenciales, de entre las que destaca la Fundación Marqués de Valdecilla. En atención a estos méritos Alfonso XIII le concedió el título en 1917 y la Grandeza de España en 1927. 

La  restauración y apertura de este conjunto se ha revelado como un rotundo éxito que ha hecho de él un centro de difusión cultural durante todo el año gracias a los talleres, conferencias y exposiciones que allí se celebran. Asimismo, la finca es el lugar elegido cada año por la Universidad de Cantabria para sus cursos de verano.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

El origen del blasón

Gracias a la colaboración de Lucas Montojo, que también participa en La Revista de Sotogrande y Numen, da comienzo en el blog la publicación de varios artículos dedicados al blasón y todo lo relacionado con él.

El primero de ellos versa acerca del origen de estos escudos, que tanta información nos proporcionan acerca de los linajes que con ellos se identifican:

Con esta exposición quisiera hacer una pequeña introducción al origen del blasón, un tema muy manido pero no siempre bien planteado, esperando sea útil para quienes se han sentido, como yo, atraídos por la riqueza, la belleza plástica y expresiva y, por qué no decirlo, el encanto de los blasones, cruces o figuras, que adornan los retratos, las joyas de nuestros antepasados o las casas y palacios de la geografía de la Península.

Hoy en día, se llama blasonar al arte de componer y describir los escudos de armas que pertenecen a cada linaje, ciudad o persona y conviene tener alguna noción, al menos, de este tema. 

La palabra blasón proviene del término alemán blasen, que significa tocar la trompeta, porque este instrumento tocaban los caballeros que se presentaban en las lizas de los antiguos torneos con la intención de anunciar su llegada. Otros la hacen derivar del inglés blase, to blase, publicar, a blaser, que significa persona que anuncia algo o pregonero; por cuanto este último antes de hablar advertía siempre al público haciendo sonar su trompeta, costumbre que ha llegado hasta nuestros días.

En los torneos medievales, el heraldo, después de haber tocado su trompeta, describía en voz alta las armerías del caballero que se presentaba para competir: a esto se llamaba blasonar. Lo que el heraldo describía era llamado blasón, y más tarde, cuando se multiplicaron las armerías, se empezaron a someter a reglas fijas e invariables y se crearon los reyes de armas. Fue entonces cuando se llamó a todo ese conjunto blasón.

Era obligación de los heraldos y los reyes de armas blasonar las armerías de los nobles que se presentaban en los torneos y registrarlas en sus libros. El uso de los escudos viene de la antigua arma defensiva que los guerreros portaban en su brazo izquierdo para resguardarse de los golpes de su enemigo, pintando en ella  diversas figuras, con arreglo al uso y costumbre de cada país, haciéndolo en esta parte por ser la más visible.

El origen del blasón se pierde en el tiempo, pero se atribuye la invención del escudo a Palas y el estilo de llevarlo a caballo a Saturno. Los romanos y el propio Numa Pompilio, segundo rey de Roma, imaginaban que su primer escudo venía del cielo. Algunos buscan su origen en tiempos de Noé y hay quien lo atribuye al mismo Adán. También en la tragedia Los siete contra Tebas que escribió Esquilo, el más antiguo de los tres grandes poetas de la antigua Grecia, encontramos ya el uso de los escudos cargados de emblemas. No obstante, los escudos de armas propiamente dichos no existieron hasta finales del siglo X. Las cruzadas, las justas y los torneos hicieron necesario su uso y esto hizo que se multiplicaran considerablemente, si bien no fueron estables ni transmisibles hasta mediados del siglo XIII.

Es complejo conocer bien la disciplina de la heráldica. En futuros escritos iré desgranando poco a poco cuáles son las características de los escudos, sus esmaltes y metales, sus normas clásicas, los adornos externos que los componen y, en definitiva, todo aquello que hace de este arte, el arte heráldico, una de las ciencias auxiliares de la Historia más llamativas y atractivas.

domingo, 15 de septiembre de 2013

"La nobleza obliga, al menos, a no defraudar al fisco y a tener el dinero aquí"

‘Las Campanillas’ es la casa de Eusebio Güell, vizconde de Güell, en Comillas, colgada al final de una de las cuestas del pueblo, en una callejuela del barrio de la Peña. Discreta y nada monumental para quien vivió sus primeras vacaciones infantiles en el palacio de Sobrellano y pisó los palacios y jardines Güell repartidos por Cataluña, en ella se aprecia una querencia por lo antiguo que es también respeto: no hay timbre (ni buzón) que afee la fachada, se llama con dos golpes de aldaba y el zaguán está como hace 100 años, con losas de piedra como pavimento y un banco de madera como asiento. Al fondo, vigila la entrada un gran retrato de María Luisa Güell, de la que también habrá una historia que contar al respecto de su espíritu independiente y de los tremendos bodegones de sandías que pintaba, modernos aún hoy, y que presiden el comedor.

La entrevista íntegra en el siguiente enlace:

"La nobleza obliga, al menos, a no defraudar al fisco y a tener el dinero aquí"

Eugenio Güell y Sentmenat, bisnieto de aquel conde de Güell protector de Gaudí y cuyo apellido está ligado a algunos de los monumentos más representativos de la Barcelona de finales del siglo XIX y principios del XX, concedía la semana pasada una entrevista a El Diario Montañés en la que trataba diferentes asuntos, tales como el auge del independentismo catalán, la crisis económica que padece España, el rol que la nobleza debe jugar en el siglo XXI o sus estancias en Comillas, localidad en la que veranea y cuyo marquesado corresponde a un miembro de la familia Güell (el primer marqués, Antonio López y López, fue el tatarabuelo del protagonista de este artículo). 

Eugenio Güell y Sentmenat, vizconde de Güell y marqués de Gélida (Foto Javier Rosendo)

sábado, 14 de septiembre de 2013

Un joven de 27 años arrebata a Esther Alcocer Koplowitz el Marquesado de Arcos

El Ministerio de Justicia ha dado jaque a las aspiraciones nobiliarias de Esther Alcocer Koplowitz. Hace apenas unas semanas, el Boletín Oficial del Estado anunciaba la concesión del marquesado de Arcos a Francisco de Monteverde y Cuervo en detrimento de la actual presidenta de FCC. La hija de los empresarios Esther Koplowitz y Alberto Alcocer había solicitado en el año 2011 el título de marquesa pero, finalmente, los tres informes genealógicos elaborados respectivamente por los expertos de la Diputación de la Grandeza, el Consejo de Estado y el ministerio de Alberto Ruiz-Gallardón han determinado que un arquitecto de 27 años debe ostentar a partir de ahora dicho título.

Continúa la lectura aquí:


El Marquesado de Arcos (concedido por Carlos IV en 1792 a Ignacio Peñalver y Cárdenas) no será finalmente para Esther Alcocer Koplowitz, sino para Francisco de Monteverde y Cuervo, quien ha alegado mejor derecho para ostentar el título tras fallecer sin sucesión su última poseedora, Mercedes de la Torre y Alcoz, también condesa de Santa María de Loreto. Tanto la familia de Esther como la de Francisco pertenecen a la nobleza titulada: Esther Koplowitz y Romero de Juseu es marquesa de Casa Peñalver por derecho propio y marquesa consorte de Cubas tras contraer matrimonio con Fernando Falcó y Fernández de Córdoba, a lo que habría que añadir el Marquesado de Campo Florido, que cedió a su hija Alicia, y el Condado de Peñalver, en poder de Carmen, la menor de las tres hijas que la empresaria tuvo con Alberto Alcocer. Por su parte, la madre del nuevo Marqués de Arcos, María de la Concepción Cuervo y de Figuerola-Ferretti, es marquesa de Rialp, mientras que la hermana del mismo, María de la Concepción de Monteverde y Cuervo, está casada con Paulo José de Oliveira de Almeida.

Queda ahora por ver sobre quién recaerá el Condado de Santa María de Loreto, todavía vacante y que también fue solicitado en su momento por Esther Alcocer.

sábado, 7 de septiembre de 2013

La restauración de la judería de Sevilla recibe el Premio de Arquitectura Clásica 2013

El arquitecto Luis Fernando Gómez Stern, en colaboración con Ignacio Medina y Fernández de Córdoba, XIX duque de Segorbe, han sido los ganadores del Premio de Arquitectura Clásica y Restauración de Monumentos Rafael Manzano Martos, por su labor de recuperación en la antigua judería de Sevilla.

La noticia íntegra aquí:


Nuevo reconocimiento para el menor de los hijos de la fallecida Duquesa de Medinaceli, esta vez por su labor en favor de la judería de la capital hispalense, que corría grave riesgo de perderse debido a las lamentables condiciones en las que se encontraba. 

Conviene recordar que el Duque de Segorbe fue, junto con su madre, el impulsor de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli. Asimismo, es un exitoso empresario que ha reconvertido diversos edificios históricos, muchos de ellos en estado de ruina, en hoteles de lujo bajo el sello de la sociedad Casas y Palacios de España

Este último premio concedido a Ignacio Medina y Fernández de Córdoba no hace sino demostrar que, con ganas y el suficiente interés. es posible conservar y al mismo tiempo obtener un rendimiento económico del inmenso patrimonio histórico repartido por España.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Más Goya en la Real Academia de San Fernando

El Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) expone en sus salas dos nuevas obras de Goya, los retratos del Conde y la Condesa de Fernán Núñez, cedidos en depósito temporal, que se muestran con estampas de la primera edición de los 'Caprichos' de las colecciones de la Calcografía Nacional y diversos documentos de Goya del Archivo de la Academia. 

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Los retratos que Goya pintara de Carlos José Gutiérrez de los Ríos y Sarmiento, conde de Fernán-Núñez (título que Fernando VII elevó a ducado en 1817 como recompensa por los valiosos servicio prestados por el aristócrata durante el Congreso de Viena), y María de la Soledad Vicente Solís y Lasso de la Vega, duquesa de Montellano, allá por 1803 se expondrán de manera temporal en el museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando gracias a la cesión de carácter temporal que ha realizado su propietario, Manuel Falcó y Anchorena, actual duque de Fernán-Núñez. 

Hasta el inicio de la Guerra Civil ambos óleos colgaban junto con el resto de la colección ducal, que contaba con firmas del nivel de Tiziano, Tintoretto, Velázquez, Murillo, Ribera, Teniers, Il Sassoferrato, Jan van Kessel y Madrazo, de las paredes del imponente palacio que la familia poseía en la madrileña calle Santa Isabel, el cual actualmente alberga la sede de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles

Salón de retratos del palacio de la calle Santa Isabel (Foto Ruiz Vernacci)

Estos dos lienzos de Goya se unen al que Isabel Martínez Campos y Rodríguez, Marquesa Viuda de la Motilla, y sus hijos depositaron hace unos meses en la Academia. En aquella ocasión el retrato correspondía al del General Antonio Ricardos

Con estas tres pinturas, ya son 16 en total los cuadros del genio de Fuendetodos que se exponen en la Real Academia de Bellas Artes, a lo que habría sumar la ingente documentación que se custodia en el archivo de la misma y que hace de la Academia un referente en cuanto al estudio de la vida y obra de Francisco de Goya se refiere.

Los Condes de Fernán-Núñez inmortalizados por Goya (Foto hoyesarte.com)

lunes, 2 de septiembre de 2013

La elegancia de la duquesa

Es la última hora de la tarde del domingo 18 de agosto. Desde la ventana que hay junto a mi escritorio, puedo contemplar cómo los pocos vecinos que han quedado en el barrio comienzan a salir a la calle. Llevan todo el día enclaustrados, para protegerse de un terrible calor que, según el transistor que me hace compañía mientras trabajo, ha superado los 42 grados. El piso hace esquina y, desde mi despacho, veo cómo el paseo que hay en una de las avenidas se va llenando poco a poco de abuelos, matrimonios con niños pequeños, parejas de novios... En el fondo de éste, hay una espléndida vista en la que se aprecia la silueta del casco antiguo de Córdoba, con un bonito efecto de luz rojiza provocado por la caída del sol. En la avenida tangente, algunos hacen “footing” hacia el parque, mientras les persiguen o adelantan sus juguetones y nerviosos perros... ¡Tengo que volver al trabajo! Giro la cabeza hacia el ordenador y continúo con la ardua labor que tanto tiempo me lleva ocupado últimamente: Numen tiene que hacer grandes cambios en su web. La que tenemos se ha quedado anticuada para la siempre cambiante informática. Al principio se me hizo una montaña, todo el trabajo realizado durante diez años había que pasarlo manualmente desde la antigua a la nueva, incluyendo todos mis reportajes. 

El artículo íntegro en este enlace:


Esta vez es Manolo Gómez, integrante del equipo de la revista Numen, quien rinde homenaje a la Duquesa de Medinaceli relatando el encuentro que se produjo entre ambos durante la III Asamblea Familiar de los Fernández de Córdoba/va. De nuevo sale a relucir la gran personalidad de esta excepcional mujer, que se materializaba tanto en sus grandes obras culturales y sociales como en los pequeños gestos cotidianos. 

Gran suerte, sin duda, la de aquellos que tuvieron el privilegio de poder conocerla personalmente, como demuestran los gratos e imborrables recuerdos que ha dejado en quienes la trataron.