Forbes, la publicación especializada en el mundo de los negocios y las finanzas, revelaba en su número de noviembre la lista de los 100 españoles más ricos, algo nunca antes hecho en este país. El método para elaborar el listado, según revela la revista, se basó principalmente en la consulta de la documentación que custodia el Registro Mercantil y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Al ser confidenciales, las declaraciones del IRPF y del Patrimonio no han podido ser empleadas en esta investigación. Es por ello que Forbes considera que "en algunos casos el patrimonio de todas las personas y familias de esta lista podría ser superior".
Son escasos los titulados que aparecen en la relación confeccionada por Forbes, lo cual contrasta fuertemente con la situación de predominio absoluto en el plano económico de la que gozó la nobleza española hasta el primer tercio del siglo XIX, cuando empezó a ser desplazada por una burguesía cada vez más rica e influyente, que en muchos casos pretendió, en un intento por darse brillo, entroncar con los viejos linajes del Reino o que le fueran otorgados títulos nobiliarios. Pese a todo, durante la Restauración todavía algunas de las grandes familias aristocráticas consiguieron mantener la pujanza de antaño.
La primera noble en aparecer en la lista de Forbes es Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, duquesa de Alba, que ocupa la octava posición con una fortuna estimada en 3.000 millones de euros. Esta suma tan elevada se justifica por las propiedades inmobiliarias y por la inmensa colección artística de la familia.
Cayetana Fitz-James Stuart y Silva (Foto ABC) |
En el decimosexto puesto está Alicia Koplowitz y Romero de Juseu, marquesa de Bellavista, con 1.750 millones de euros gracias a los valores bursátiles que posee en Acerinox y a su sicav Morinvest.
Alicia Koplowitz y Romero de Juseu (Foto El Economista) |
La hermana de la anterior, Esther Koplowitz y Romero de Juseu, marquesa de Casa Peñalver y máxima accionista de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), se encuentra en el puesto 41 con 950 millones de euros. Recientemente se ha visto obligada a desprenderse de casi un 4% de sus acciones en FCC para poder hacer frente a una deuda contraída con BBVA y Bankia.
Esther Koplowitz junto a su hija Alicia Alcocer Koplowitz (Foto Forbes) |
Por último, el número 69 de la lista lo ocupan Felipe Benjumea Llorente, presidente de Abengoa, y su familia. A los Benjumea se les estima una fortuna valorada en 600 millones de euros. El hermano mayor de Felipe, Javier, posee un importante paquete accionarial dentro de la compañía y es marqués de la Puebla de Cazalla.
Javier y Felipe Benjumea Llorente (Foto EFE) |
En la lista también aparecen los cónyuges de varios titulados, como es el caso de Emilio Botín Sanz de Sautuola y García de los Ríos, marido de Paloma O'Shea y Artiñano, a la que el rey Juan Carlos le concedió el Marquesado de O'Shea en reconocimiento a su "generosa contribución (...) a la promoción de la cultura musical en España mediante la puesta en práctica de brillantes iniciativas de mecenazgo". Al presidente del Banco Santander la revista le asigna un patrimonio de 1.600 millones de euros y lo sitúa en el decimoctavo lugar.
Emilio Botín y Paloma O'Shea en la boda del príncipe Felipe (Foto ¡HOLA!) |
Otro ejemplo es Isabel Castelo d'Ortega y Cortés, presidenta de Ocaso Seguros y viuda de Ángel de Mandalúniz y Uriaete, marqués de Taurisano. Forbes le adjudica un caudal de 700 millones de euros que la sitúa en el número 56 de la lista. Su hija, Isabel Elena de Mandalúniz y Castelo d'Ortega, actual marquesa de Taurisano, está casada con Cristóbal Colón de Carvajal y Gorosábel, duque de Veragua.
Todas estas cifras, a pesar de los esfuerzos de los redactores de Forbes por ajustarlas lo más posible a la realidad, son en ocasiones bastante difíciles de admitir. Cuesta creer, por citar un caso, que la fortuna de la Duquesa de Alba supere a la de Emilio Botín o Juan Abelló, especialmente cuando Cayetano Martínez de Irujo reconocía recientemente que las finanzas de la Casa de Alba no pasaban por su mejor momento.
Como apunte final, el hecho de que únicamente aparezcan cuatro titulados y los consortes de otros dos entre los 100 españoles más ricos viene a demostrar que la nobleza, como clase social, ha dejado de ejercer el poder económico que hasta no hace demasiado monopolizaba, a pesar no obstante del importante patrimonio del que un gran número de aristócratas siguen disfrutando.