En vísperas del 11 de septiembre, y como contrapunto a una Diada del Tricentenario que consideran "manipulada", "belicista" y que incita a la división entre los catalanes, Sociedad Civil Catalana (SCC) reunió ante la tumba de Rafael de Casanova, en la parroquia de Sant Baldiri de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), a descendientes de personas que lucharon en ambos bandos -austracistas y borbónicos- en la Guerra de Sucesión de 1714. Para hacer una ofrenda floral. Entre los asistentes, estuvo Luis María Gonzaga de Casanova-Cárdenas y Barón, duque de Santángelo, descendiente de Rafael de Casanova, el que fue consejero jefe de Barcelona durante el conflicto bélico de hace 300 años. Gonzaga (Madrid, 1950), al que acompañó su esposa, de la dinastía de los Habsburgo, Su Alteza Real Imperial Doña Monika de Habsburgo-Lorena, concedió una entrevista al diario ABC.
En estos tiempo de manipulación de la Historia y la realidad en pro de la causa nacionalista en Cataluña, Luis María de Gonzaga Casanova-Cárdenas y Barón, duque de Santángelo y conde de Lodosa y Monteagudo de Mendoza, ha querido participar en los actos alternativos organizados por Sociedad Civil Catalana con motivo de la Diada. En su entrevista para ABC, el Duque de Santángelo rompe el mito creado en torno a su pariente Rafael Casanova, el cual, según sus palabras, "estaba por el bien de Cataluña y España".
Como dato curioso, Luis María de Gonzaga está casado con la archiduquesa Mónika, nieta de Carlos I, último emperador de Austria-Hungría. Asimismo, Mónika de Habsburgo-Lorena desciende también del archiduque Carlos, pretediente austríaco al trono español durante la Guerra de Sucesión.
El año pasado era Pilar Paloma de Casanova y Barón, marquesa de Astorga duquesa de Maqueda y condesa de Valhermoso, además de hermana del Duque de Santángelo, la que advertía de la falsificación sistemática que se estaba realizando de la biografía de Rafael Casanova en beneficio de la causa secesionista.
El BOE publica hoy en sus páginas la sucesión por sentencia judicial del Condado de Valhermoso, del que ha sido desposeído Luis María de Casanova y Barón:
Es una redundancia, porque la palabra aristócrata significa lo mejor, y por tanto algo ejemplar. Pero es el caso que en España en los últimos tiempos, ante la grave crisis de la Nación, la aristocracia, incluso en las más altas instancias del Estado, no ha sido precisamente un ejemplo para admirar o emular. Por ello es destacable el comportamiento y la actitud de una brava mujer, doña María del Pilar Paloma de Casanova y Barón, de Ferrer y Osorio, duquesa de Maqueda, marquesa de Astorga y de Ayamonte, condesa de Cabra, etc., varias veces Grande de España.
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En su última columna publicada en el diario en red Libertad Digital, Manuel Pastorse centra en Pilar Paloma de Casanova y Barón, marquesa de Astorga y duquesa de Maqueda, además de marquesa de Ayamonte y de la Villa de San Román y baronesa de Liñola. Tomando como referencia el vídeo que la Fundación DENAES para la Defensa de la Nación Española ha difundido recientemente desmintiendo la leyenda creada por el independentismo catalán en torno a la figura de Rafael Casanova y en el cual se le da voz a la propia Marquesa de Astorga (descendiente de Francesc Casanova, hermano del que fuera último conseller en cap de Barcelona), el articulista ha elogiado la valentía y la franqueza de esta aristócrata a la hora de criticar la manipulación histórica de la que ha sido víctima su pariente.
Interesante resulta también el repaso que el autor hace de la vinculación del linaje de Pilar Paloma de Casanova con los reyes de España, ya desde los tiempos de Enrique IV de Castilla; relación que quedó constatada con el matrimonio en 1847 de José María Osorio de Moscoso y Carvajal, marqués de Astorga y duque de Maqueda, con la infanta Luisa Teresa de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, nieta de los reyes Carlos IV de España y Francisco I de las Dos Sicilias.
Finaliza Manuel Pastor demandando una mayor presencia en el ámbito cultural de mujeres que preserven y difundan abiertamente los valores históricos tradicionalmente vinculados a España, de la misma forma que en política han surgido numerosas y muy potentes personalidades femeninas que la han renovado de manera plena.
«Tener a
la Virgen en el salón me produce mucha paz», explica Pilar después de la
entrevista.Pilar Paloma de
Casanovay Barón es una mujer
de 66 años, menuda y cariñosa. En la puerta de su casa, recibe a los
desconocidos visitantes con un abrazo y enseguida se interesa por su manera de
trabajar. Solo su salón hace sospechar que, detrás de una sencillez que le hace
repetir la vergüenza que le produce salir en la prensa, hay una gran mujer. La
Virgen que tanto sosiego le proporciona sostiene un niño en sus brazos y luce
una firma en su esquina: Murillo. Pilar Paloma es dueña de una Virgen del
Rosario obra del pintor sevillano. Tan solo hay cinco cuadros como este en el
mundo. Ella tambiénes, desde el
pasado mes de abril y tras una lucha de años en los tribunales, la XXV marquesa de Astorga y
tres veces Grande de España.
El diario ABC publica en su edición digital un artículo acerca de Pilar Paloma de Casanova y Barón, que recientemente ha obtenido por vía judicial uno de los títulos nobiliarios más antiguos de España, como es el Marquesado de Astorga, que data del siglo XV.
Pilar Paloma de Casanova junto a su esposo (Foto José Ramón Ladra)